Malinas en 1 día 

Decidimos ir a Malinas un poco de casualidad ya que no sabíamos qué ver ni si nos iba a gustar y, la verdad, fue un acierto hacer esta excusión.

Nosotros fuimos desde Amberes. Hasta Malinas en tren se tardan unos 15-20 minutos aproximadamente pero después la mejor opción es coger un autobús que te lleve al centro. En total, unos 30 minutos.

El centro de Malinas es pequeño y acogedor, muy cómodo de pasear.

Por supuesto, empezamos por su Grote Markt, pegada a la espléndida catedral de San Rumoldo de Malinas. Es una plaza pequeña pero rodeada de edificios espectaculares que hacen que no sepas donde mirar: el Ayuntamiento, El Palacio del Gran Consejo, la oficina de turismo...

La catedral, que resalta con su torre, tiene en su interior un púlpito tallado en madera con representaciones bíblicas que, podríamos asegurar, que es más bonito que hemos visto. Además, su órgano, esculturas y columnas no dejan indiferentes. La entrada a la catedral es gratuita pero la subida a la torre son 8 euros, son 500 escalones pero las vistas merecen la pena. 

Púlpito de la Catedral de Malinas

Catedral vista desde una escultura de la Grote Markt

Seguimos nuestro camino hacia la Iglesia de Nuestra Señora de Over-de-Dijle y para llegar, teníamos que cruzar el puente Grand Pont. Ese día hacía frío para una cerveza en terraza, pero se veían varias terrazas a pie del río Dyle. También hay excursiones en barco por este río que, si hace buen tiempo, seguro que es una experiencia muy agradable.

La iglesia en cuestión es muy similar a la catedral, pero más pequeña. Aunque es una visita obligatoria ya que en su interior contiene un tríptico de 1619 pintado por Rubens.

Desde allí continuamos a la Basílica de Nuestra Señora de Hanswijk. Nos llamó la atención la cantidad de iglesias que hay en Malinas siendo un centro tan pequeño. Aún así, vimos sólo la catedral, la iglesia mencionada, y esta basílica.

El interior no nos gustó especialmente pero la fachada y sus esculturas son muy interesantes de ver. En concreto, nos impresionó especialmente la escultura que representaba "la muerte"

Escultura de "la muerta" en la basílica de nuestra señora de Hanswijk

Seguimos nuestro día hacia la Fábrica de Cerveza Het Anker, que está a las afueras del centro y hay que llegar dando un agradable paseo.

La ciudad crea sus propias cervezas que se venden por todo Malinas y, también, a nivel mundial. Es la cerveza Gouden Carolus y es la cervecería más antigua de Bélgica, fundada en 1471. Estas cervezas se elaboran en cubas de cobre y, en concreto tres de estas cubas presentes en la sala de elaboración de la fábrica, datan de después de la Segunda Guerra Civil.  Otro dato curioso es que el nombre de su cerveza es un homenaje al emperador Carlos V, ya que era su preferida. Sus cervezas han ganado varios premios y tienen tanto rubias como oscuras.

Fuimos a hacer la visita y comer allí. Si te gusta la cerveza, es una experiencia única. Además, la comida estaba increíble. Probamos el codillo al horno con cerveza y todavía lo recordamos a día de hoy.

Para bajar la comida, volvimos al centro dando un paseo y entramos en la Cafetería SweetB a tomar un café pero sentimos decir que actualmente está cerrado.

Con esto terminamos nuestra excusión a Malinas, volviendo a Amberes.